5 Pasos: El Proceso de Aprender un Idioma en el Extranjero
Cuando te vas a un país extranjero para mejorar tus competencias lingüísticas, siempre te encuentras con varios obstáculos que una vez superados puedes decir que 'has vivido la lengua'.
1. Romper el hielo
Cuando llegas te sientes abrumado por estar rodeado de personas que hablan la lengua que estás aprendiendo. Quieres hablar pero tienes miedo de cometer un error, pero luego te das cuenta de que si no hablas no puedes hacerte entender. Finalmente, llegas a la conclusión de que los errores forman parte del proceso de aprendizaje y que cada error que cometas y corrijas te lleva más cerca de dominar la lengua que quieres aprender.
2. Los libros a veces no ayudan
Pronto te das cuenta de que las personas no hablan como te han enseñado en clase y que la gente no habla como un libro. Los que te rodean usan palabras que no aparecen en los diccionarios y hablan muy rápido, pero en poco tiempo tus oídos se acostumbran a la melodía de la lengua y las particularidades léxicas rápidamente forman parte de tu día a día.
3. Traductor interno
Ya roto el hielo, notas que de vez en cuando te pillas traduciendo en tu mente, lo que hace que a veces digas cosas que no tienen sentido en la otra lengua. Pronto aprendes que tienes que dejarte llevar e intentar apagar el traductor simultáneo que llevas dentro para que las palabras y las frases fluyan sin tener que pasar por un intermediario.
4. Corregirte a ti mismo
Una vez apagado el traductor interno empiezas a notar algo extraordinario. Como tu cerebro no está ocupado traduciendo, comienza a fijarse en otras cosas más interesantes. Ahora sabes de una manera intuitiva cada vez que cometes un error, este proceso tan importante te ayuda a perfeccionar tus competencias lingüísticas, lo que te permite empezar a hablar la lengua 'sin interferencias'.
5. La cima: hablar sin pensar
Llega un punto en el que las palabras te salen sin pensar y que los errores solo hacen acto de presencia muy de vez en cuando, ya notas que empiezas a usar la lengua de forma inconsciente. Puedes hablar de forma formal y coloquial, puedes conversar y discutir, y si tienes suerte, te confunden con un hablante nativo.
Aprender una lengua es un proceso que requiere tiempo y esfuerzo, pero los frutos que te aporta el aprendizaje son eternamente satisfactorios, porque 'vivir la lengua' puede llegar a ser más importante que aprenderla.